En un blog dedicado al vino en diferentes facetas; comerciales, desarrollo de marca o de producto, comunicación, estrategias de marketing… ya tocaba hablar del factor principal: EL VINO.
Aprovecho este fin de semana (lleno de matices) que asistí a un curso de cata en el Consejo Regulador D.O.Ca. Rioja. He de decir que cada vez que me adentro un poquito más en el mundo del vino descubro nuevas cosas interesantes.
Hoy solo hablaré de mi experiencia en este curso. Me gustó mucho, es verdad que el vino es una experiencia, personal y social. La cultura del vino esconde muchísimas facetas a explorar, tanto por amantes del vino como por curiosidad.
Durante la mañana de ayer pudimos asentar las bases de lo que es la cata, desde el uso de las copas, la forma de servir los vinos, la temperatura idónea,… hasta las fases del proceso de cata. Siempre me he considerado una escéptica de las contra-etiquetas de los vinos, donde más que una descripción parecía una poesía, como si te bebieras una metáfora: un vino color ámbar, muy brillante, afrutado, a pera madura o frutas rojas, con matices herbáceos, cálido pero muy fresco y delicado, con persistencia intensa y un conjunto armonioso… ¡Quién no querría probar este elixir!
Lo cierto es que me gusta el vino, cualquiera con gusto por algo puede apreciar los detalles sin ser un erudito, la experiencia es un proceso
interior, el gusto algo que se educa y evoluciona, pero siempre es gratificante e interesante, diría hasta seductor, que alguien comparta conocimientos y experiencias contigo. Aquí fue Pedro Salguero quien nos inició en este complejo camino.
Haré mención a los vinos que pudimos catar, que son aquellos galardonados anualmente por el Consejo Regulador D.O.Ca.:
Un Don Jacobo Blanco Joven de 2012 de las Bodegas Corral de Navarrete. Hablamos de su armonía donde destacaba cierta acidez, pero muy floral y frutal (manzana, cítricos y plátano).
Un equilibrado Blanco Crianza 2010 de las Bodegas Baigorri (Samaniego). Era fresco y cálido, muy especiado y complejo.
Un Viña Tobía Rosado de 2012 de Bodegas Tobía (Cuzcurrita), con intenso aroma a fresas y frutos rojos, muy fresco y rosa.
Entrando en Tintos, un Viña Olmaza Joven de 2012 de Bodegas Olmaza (San Vicente), gran cuerpo y armonioso, llena mucho la boca entre frutas negras y rosas y violetas.
Un Tubal Crianza 2010 de Bodegas Ruconia (Nájera), un vino muy intenso con notas de chocolate, tostado y muy especiado.
Un Gran Reserva 2005 de Martínez Lacuesta (Haro), con aromas muy complejos: frutas, especiado, vainilla, tostados,… Muy buen vino.
Un Reserva de de Bodegas Ramírez de la Piscina (Laguardia), acompañante perfecto para finalizar el curso, carnoso y con cuerpo pero fácil de beber.
Me gustaría acabar c
on un tema que se comentó al final de la cata y que parece estar muy en boga y es que se habla del descenso del consumo del vino porque los jóvenes no lo consumen y el público objetivo principal va envejeciendo. Catas como ésta o muchos eventos realizados en tierras de vino demuestran lo contrario, hay un gran interés del público joven.
En resumidas cuentas: deja que el vino te seduzca, como el amor (más o menos amante de este producto) el vino es una experiencia.
Cristina Selene 